jueves, 22 de mayo de 2014

Profesor y Catequista. Un aporte para mirarnos en nuestra tarea




 ¿Cuáles son las características del profesor-catequista?

       En cuanto a las características vemos que es muy importante la personalidad del docente ya que de ella depende en gran parte la enseñanza. También la conducta ya que se relaciona con las variaciones en el rendimiento del alumno. El pensamiento del profesor orienta y dirige su práctica profesional.
       Shavelson decía que el comportamiento de los profesores está orientado por sus pensamientos, juicios y decisiones.
       Es importante ser profesor y a la vez ser catequista porque implica otras cosas como dice en el punto 332 de Aparecida de que se educa hacia un proyecto de ser humano en el que habite Jesucristo con el poder transformador de su vida nueva, ha de presentar no sólo un saber por adquirir, sino también valores por asimilar y verdades por descubrir. (APA. 329) centrándose en la persona humana que es capaz de vivir en comunidad, aportando lo suyo para su bien.

         Les comparto una pequeña reflexión que creo oportuna para lo que estamos tratando y para el tiempo pascual que estamos viviendo. Cuando Jesús se les presenta a sus discípulos resucitado y les desea la Paz, algunos exégetas enseñan que este saludo de paz en el lenguaje bíblico, es desearle a la otra persona que sea completa, que se vean satisfechas sus carencias. Así entonces Jesús desea a los discípulos que lleguen a la perfección que en ese mismo momento está delante de ellos, es decir el Resucitado. De la misma manera todos los educadores católicos, trabajando en conjunto, procuremos para nuestros alumnos un aprendizaje pacificador, en este sentido ayudarlos a plenificar su ser personal.
     Parece muy ambiciosa la propuesta, pero siendo miembros de una escuela católica, que apuesta por la formación en la fe de los alumnos, confiemos nosotros que estamos enviados a realizar esta tarea, que nos asistirá la gracia.

            A continuación quiero presentarles algunos puntos que intentan  mostrar qué condiciones son apropiadas para un aprendizaje formativo.

·        Se debe dar la oportunidad a cada alumno porque es una persona que merece desarrollarse como tal en todos sus aspectos.
·        Es difícil como docente estar como un mero espectador, debemos intervenir orientando el proceso de asimilación y construcción personal.
·        Hay que revalorizar los contenidos que no tan sólo son los conocimientos sino también los valores que se pueden inculcar como las herramientas culturales, este revalorizar significan que estos constituyen instrumentos para la formación de los alumnos, para su integración en la cultura en la que deben vivir.
·        Como docentes debemos dar las herramientas necesarias que permitan continuar un aprendizaje durante toda la vida hay que darse a la formación integral buscando que el alumno trate de desarrollar sus potencialidades.
·        La educación es un proceso permanente en el que se interrelacionan individuación y socialización por lo tanto hay que promover la actividad grupal.

miércoles, 14 de mayo de 2014

domingo, 11 de mayo de 2014

preguntar para saber

Te compartimos algunas preguntas que nos hicimos, y las respuestas que elaboramos

1.      ¿Qué es la didáctica?

Pacios nos la define teniendo en cuenta la etimología de la palabra como un derivado del verbo didajein y que significa lo relativo a la enseñanza, a la actividad instructiva. En analogía con la lógica la definimos como la ciencia o el arte de la enseñanza, de la instrucción y atendiendo a la evolución semántica decimos que es el arte de ayudar a aprender, mediante la enseñanza.
Según Feldman la didáctica constituye  un conocimiento de gran valor en la formación docente y que por sus características de conocimiento de articulación y  concreción, es una gran integradora desde el punto de vista teórico como práctico y por lo tanto lo podemos considerar como un conocimiento eje en la formación docente.
También Pacios hace una definición esencial como la ciencia del proceso instructivo en cuanto causa la educación intelectual. Lo que hace la didáctica es considerar ese proceso de adquisición de conocimientos, actitudes y destrezas como un medio capaz de promover una modificación perfectiva del sujeto que aprende y que lo capacita para realizar actos de aprendizaje con mayor perfección, le interesa la potencialidad del sujeto.
Siempre la didáctica hace un planteo histórico-social.
En cuanto a su objeto material decimos que es una ciencia del proceso de enseñanza y como objeto formal en cuanto que es optimizadora del aprendizaje, en cuanto la persona puede alcanzar la perfección de sus posibilidades a través de un aprendizaje formativo.


2.      ¿Cuáles son las características de una buena enseñanza?

Decimos que las características de una buena enseñanza va a depender de la relación entre el niño (receptor) y el tema (material de formación) ya que este entra en contacto de manera directa con un material formativo tratando de penetrar en él y asimilarlo hablamos de encuentro, autoformación, apropiación. Decía Roth “El secreto de todo enseñar reside en provocar un encuentro fecundo entre el sujeto y un sector elegido del mundo espiritualmente reconocido o conformado, el bien cultural”.
Karl Stocker realiza una caracterización de la enseñanza, la divide en dos grupos:

Características exteriores: 
·        Toda enseñanza transmite el conocimiento de grandes y coherentes campos del saber en lo cultural y natural.
·        Se extiende a través de un tiempo prolongado.
·        Debe estar basada en un planeamiento claro y premeditado, teniendo en cuenta el nivel evolutivo del niño o de la clase.

Características intrínsecas:
·        Aspira a despertar y desarrollar las fuerzas y aptitudes individuales del alumno y trata de conquistar su interés y colaboración.
·        Trata de ofrecer la materia en forma viva y adecuada al niño.
·        Debe conducir al encuentro formativo con los contenidos didácticos, despertando en él la autoformación y la aspiración cultural.

Estos factores constituyen la esencia de la buena enseñanza.

3.        ¿A qué se denomina aprendizaje formativo?

Hildebrand nos explica que el aprendizaje formativo se da de una manera adecuada cuando se aprehende y se comprende al alumno en su ser como persona.
El proceso formativo debe comprender al hombre entero; tanto lo biológico como lo espiritual. Este ha de regirse por el principio que caracteriza la esencia de la persona, o sea el principio de la autonomía y de la libertad, de la actividad y de la espontaneidad espiritual, de la individualidad y de la sociedad.
La tarea de este es por un lado la orientación en el mundo y por otra la orientación en los valores. Pero la relación entre estos dos mundos al principio es de un modo subjetivo y arbitrario. En esta lucha por la cosa se va formando el hombre.
En cuanto a la tarea específica en la orientación en el mundo, el núcleo de aprendizaje reside en la obtención de visiones intelectuales o sea la aprehensión de significados. El conocimiento se halla subordinado a la ley de la verdad, en esta concepción el hombre no concibe al hombre solamente de una manera ontológica, realista, sino también axiológica, es propio del hombre preguntar por el sentido y el valor de las cosas. La meta del conocimiento es el saber pero que se dirija a la esencia de la cosa. El auténtico saber formativo es un saber esencial obtenido en las cosas que conduce al plano espiritual de la humanidad y contribuye al robustecimiento del espíritu.
Lo humano exige una culminación del aprendizaje formativo en convicciones fundamentales. La visión intelectual y el saber permanecen dentro de la conciencia y este hombre solo se convierte en real en el proceso formativo de la conciencia libre por medio de sus actitudes y acciones. La moralidad ha de seguir al saber para que se origine la forma impresa de la personalidad.

Junto a la formación material se debe aspirar a la formación formal, que es una formación del pensamiento, de la estimación de los valores y de la voluntad. Su fruto es la capacidad de disponer y organizar objetivamente, en complejos espirituales, las energías del espíritu y del alma, la sensibilidad para los valores y la capacidad de intelección.