martes, 10 de junio de 2014

Mensaje del Papa Benedicto XVI a los profesores de religión.


El Papa elogia el papel de los profesores de religión y agradece su labor de auténticos trabajadores de cultura y humanidad, con el que enriquecen a la escuela y a toda la sociedad, porque la dimensión religiosa hace al hombre más humano

Sábado, 25 abr (RV).- «’Yo no me avergüenzo del Evangelio’ (Rm 1,16). El profesor de religión católica por una cultura al servicio del hombre». Así lo ha manifestado este sábado Benedicto XVI a los participantes en el Congreso italiano de quienes se dedican a esta enseñanza, cuya presencia no limita la libertad e impulsa la convivencia civil constructiva, el respeto y el diálogo leal. (...)



Recibiendo a los participantes en el Congreso de profesores de religión católica de Italia - en el Aula Pablo VI que ha acogido a unas ocho mil personas - el Papa les ha dado su cordial bienvenida, extendiendo su saludo a los cerca de veinticinco mil maestros, que se dedican a esta enseñanza en las escuelas de todo el país, aunándose con los otros educadores y profesores, al servicio del hombre creado a imagen de Dios. Las palabras del Santo Padre han sido acogidas con grandes aplausos (...)


«Gracias a la enseñanza de la religión católica, la escuela y la sociedad se enriquecen con verdaderos laboratorios de cultura y de humanidad, en los cuales, descifrando la aportación significativa del cristianismo, se habilita a la persona a descubrir el bien y a crecer en la responsabilidad; a buscar el confrontarse, afinando el sentido crítico y a tomar de los dones del pasado para comprender mejor el presente y proyectarse concientemente hacia el futuro».



3 comentarios:

  1. Que nuestro Señor conceda la Fortaleza y la gracia de la alegría del anuncio evangélico a todos los hombres y mujeres de fe que se dedican a la enseñanza. Esta es una ardua tarea, ante la cual hoy más que nunca se necesita un auténtico espíritu heroico.

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  2. Los profesores de Religión, tanto como a todos aquellos que ejercemos una vocación docente (láicos, religiosos y sacerdotes) en las diversas áreas del conocimiento y cuidado de niños y familias, siendo Católicos, hemos de ver en cada aula a las almas, y en cada una de ellas un especial encargo de la Providencia. Y justamente por ello una obligación en formarnos bien para dar siempre lo mejor y que nuestras obras glorifiquen a Dios.
    Que el anuncio Evangélico, la defensa de la verdad y el bien común nos impulsen siempre!

    Saludos,
    Ivi.

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